Este circuito comparte muchas similitudes con el anterior, pero se distingue por un acceso exclusivo a la Gran Caverna, también conocida como el Templo de la Luna. Este fascinante templo ceremonial inca es un lugar cargado de misterio y espiritualidad, tallado en la roca y rodeado por un entorno natural que refleja la conexión de los incas con la naturaleza y el cosmos. La Gran Caverna es un testimonio de la maestría arquitectónica y la profunda devoción de esta civilización, convirtiéndose en el punto culminante de este recorrido.

A lo largo de este circuito, tendrás la oportunidad de explorar las terrazas inferiores de Machu Picchu, un área menos concurrida que ofrece un ambiente más tranquilo y sereno. Aunque este recorrido no incluye la clásica vista panorámica de Machu Picchu que se obtiene desde los circuitos superiores, compensa con la posibilidad de descubrir rincones únicos y menos explorados de la ciudadela. Es una experiencia que te permitirá conectar con la esencia de Machu Picchu desde una perspectiva diferente y más íntima.

Este circuito es ideal para quienes buscan una experiencia auténtica y menos convencional, alejándose de las rutas más transitadas. La visita al Templo de la Luna añade un toque especial y significativo al recorrido, brindándote la oportunidad de explorar un lugar que pocos tienen la oportunidad de conocer. Si deseas descubrir una faceta distinta de Machu Picchu, llena de historia, espiritualidad y tranquilidad, este circuito es la elección perfecta. ¡Prepárate para vivir una experiencia única en uno de los lugares más enigmáticos del mundo!